Hoy es el día de celebración del cumpleaños de mi mejor amigo, hoy es 02 de Agosto de 2008, y es un día en el que aunque mi alma se sienta acongojada y abatida por la penumbra de un fuego extinto, no podría perderme de tan importante fecha.
Desvarié en mi vestimenta, queriendo pasar desapercibido ante los ojos de la muchedumbre, pero por situaciones desconocidas conocí a un hombre que en medio de la música y el bullicio de la discoteca fue inevitable no poder memorizar sus palabras pero que educadamente respondí a las mías.
Un buen beso, un intercambio de números, un entrelazo de momentos por unas ganas de volver a sentir su voz, y aun así sin obtener respuesta a las muchas horas, solo podría decir, “No te preocupes, que si la vida lo quiere lo volverás a ver, algún día se cruzarán”.
Es tan fácil describir como mueres y revives en un segundo un día martes, es tan gracioso como en mi cabeza se cruzan preguntas, respuestas y sentimientos al momento de verte nuevamente ahí de pie a fuera de la universidad, uffff que gran sorpresa, mi mundo se derrumbó cuando te dije hola, mis piernas me fallaban y mi corazón se salió, Dios que me pasa, ¿por qué este impulso de entregarle un símbolo, por qué recibirle un pedazo de piel como brecha?
Simplemente porque sabía que estarías en mi vida y no quería que te fueras, quería que me recordaras, quería recordarte, quería que me quisieras, quería quererte, quería que me sintieras, quería sentirte, quería que me amaras y quiero amarte, sin importar el tiempo de conocidos pretendí mostrarte y hacerme conocer con el pasar de los días, con cada carta, con cada detalle, con cada sonrisa, con cada mirada… con cada roce de nuestras manos y nuestros dedos.
Han pasado ya varias lunas y entre ellas una, en la que avecinándose una tormenta en la playa entrelazando nuestras manos hicimos un pacto con anillos de coco, tu aceptándome y yo a ti, varios momentos significativos y de gran valor pasaron por nuestros días y hoy en tu cama, ambos llorando nos damos un adiós corporal y temporal sin dejar de lado nuestro sentimiento, nuestro mundo, nuestro pacto. Y bueno, que dura experiencia pero alentadora, alentadora de viajar en tantas fechas para podernos ver, para poder demostrarnos este amor que puedo decir fue verdadero.
Tantos momentos, tantos días, tantas lagrimas, tantas risas, tantas caricias, muchos besos.
Hemos cumplido dos años, y en adelante estaremos desvariando en nuestro sentimiento, en el que encontraremos temores, desconsuelos, desengaños, opresiones, decepciones, sin embargo con un gran escudo mi corazón trata de avivar una llama de color azul, que ni el viento del norte ni el mismo Poseidón con sus anchos mares podría extinguir, pero con cada día que pasa encuentro que la llama ha estado dividida en dos y que solo una ha estado perdiendo poco a poco su color y su vigor, mientras que la otra intenta permanecer y sobrevivir por ambas.
Hoy solo somos recuerdo, un pequeño presente reflejado de un inmenso cariño por lo vivido, hoy, solo veo en este sendero de dos a uno solo, porque pretender decidir “madurar” no significa dejar de lado y oprimir la expresión del sentimiento del amor, de hacer sentir amado y de sentirse ser amado, ahora estamos mostrándonos con mascaras que ocultan lo que sentimos, permitiendo que el miedo nos ponga en frente de no aceptar lo que verdaderamente no somos, y en verdad este no soy yo, yo soy amor y no costumbre.
Sabes, cuando la arena no toca el mar, el sol la quema y bastan unos pies para lanzarla y refrescarla, y no ha bastado solo con mi interés para refrescar nuestra arena, …que he dicho, si la verdad sin quererlo reconocer nos volvimos costumbre, y mi corazón se aferra al último suspiro de la esperanza a tu interés verdadero.